Si necesitas una mesa para tu casa, una muy buena forma de conseguir una originar y perfectamente adaptada a lo que buscas es construirla tú mismo. Es un trabajo muy sencillo y original que dará un toque personal y único a tu hogar. No te preocupes, te dejo a continuación todo el proceso paso a paso, así que… ¡Manos a la obra!
Lo primero que debes hacer es tener claro qué quieres y cómo lo quieres: forma, tamaño, tipo de madera, si vas a pintar o dejarlo natural, colores… Apunta todo en un papel y haz un pequeño boceto que plasme lo mejor que puedas qué es lo que quieres.
Puedas buscar inspiración en páginas como Pinterest o Instagram, ya que hay muchos más estilos de mesas de madera de lo que puedes imaginar. Acude con eso a alguna tienda de bricolaje o carpintería, y sus profesionales sabrán qué recomendarte para que se ajuste a tus necesidades. Ten presente que lo mejor es que cojas más madera de la que necesitas, siempre es mejor que quedarse corto y obtener un mal resultado.
Este es el momento de buscar también todas las herramientas electricas Ingco, o de otra marca, que necesites.
El primer paso de la construcción en sí misma es generar el bajomesa, es decir, la parte inferior de la tabla que aportará estabilidad. Si vas a formar la mesa con varias tablas, tendrás que pegarlas. Si prefieres utilizar tornillos o clavos, ten mucho cuidado de que sean pequeños y no vayan a atravesar, ten en cuenta que queda pulir y alisar toda la superficie y seguramente lijes bastante la superficie.
Busca conseguir una superficie unificada y lisa, para lo que te puedes ayudar de herramientas como las sierras y lijadoras de Hikoki. Crea una superficie rectangular unos centímetros más pequeña que el tamaño final buscado (piensa que las patas deberán ser ancladas lateralmente a esta tabla).
Replica el mismo proceso, pero asegurando un resultado más pulido, para la tabla superior de la mesa, lo que va a ser la superficie de uso al final. Si el bajomesa es resistente, puedes hacer esta capa más delgada.
Es la parte más fácil, pero también la más decisiva para un buen resultado. Dale la forma y tamaño deseado a las patas, pero asegúrate de que todas tengan exactamente la misma medida para evitar que se balancee la mesa.
Ancla la parte superior de la pata a la tabla de superficie, y lateralmente a la tabla de bajomesa, asegurándote de que se forme un perfecto ángulo de 90º. Si las tablas son muy gruesas y tu taladro eléctrico se calienta, puedes utilizar un atornillador neumático de la marca Yaim.
Una vez que las patas estén aseguradas con tornillos de ajuste y pegamento, pon en pie la mesa y pule la superficie. Este es el momento de lijar, barnizar y pintar, si así lo quieres. ¡Y listo! Despliega toda tu creatividad, y conseguirás un mueble personal, único, funcional y que será una parte fundamental en tu casa.